Durante nuestra vida tenemos la oportunidad de conocer todo lo tipo de seres humanos, buenos, malos.
Nos preguntamos por qué Dios siempre se lleva a los buenos.
Hoy no es la excepción y no niego la tristeza que ocasiona que el amigo que se ganó el respeto de la gente de Tulum y gran parte de Quintana Roo haya sido llamado por dios a formar parte de su equipo.
El respeto que se ganó Don Marciano Dzul Caamal fue por su gran don de gente que siempre respeto sus raíces mayas y las defendió como nadie.
Los habitantes de Tulum y las comunidades se volvieron a sentir seguros y apoyados por su líder por su presidente municipal.
A todos los amigos y amigas que tuvimos la oportunidad de conocer y platicar con él sintamos unos orgullosos de su legado su enseñanza en nuestro corazón y en el de mucha gente Don Marciano Dzul es inmortal.
Un abrazo fuerte respetuoso y sincero a toda su familia y a quien en siempre confió él y trató como un padre a un hijo, talentoso y fiel Adán Quintanilla quien también trató a do marciano como un hijo trata un padre los verdaderos amigos somos para siempre.
Carlos Pérez Zafra